
La postulación de Donald Trump para Presidente de los EE.UU en el 2024 es, a todas luces, un error estratégico.
No hay dudas de que el Partido Republicano tratará de correr con Ron DeSantis como su mejor candidato en las elecciones de 2024.
El hecho de que Donald Trump anuncie esta noche su candidatura es una postura cuando menos egocéntrica por parte del magnate immobiliario.
No puedo entennder que los estrategas del Partido Republicano le hayan permitido anunciar tan tempranamente su candidatura cuando todo indica que la mejor elección hubiese sido el actual gobernador del la Florida.
No tiene ningún sentido enfrentar a dos candidatos en una carrera de desgaste en las elecciones primarias que a la larga le darían ventajas al partido demócrata.
Incluso si Trump se postuló ahora por un puro ego de su personalidad arrolladora y el Partido Republicano no se le opuso a ello ha hecho muy mal en no pensar en una estrategia a más largo plazo que garantice el éxito en las elecciones presidenciales venideras.
Hacer eso debilita al Partido Republicano y pone en situacion ventajosa al Partido Demócrata que ya está dejando entre ver que correrá con Joe Biden; un candidato que no goza de popularidad ninguna y que bien pudiera ser derrotado por una figura carismática como lo es DeSantis.
No se puede perder de vista que la mayoría de los medios, quienes tienen una lucha campal en todos los frentes contra Donald Trump, enfilarán una vez más sus cañones contra él y harán todo lo posible por desacreditar su postura política. Eso sin perder de vista todo el daño ya hecho a su carrera política con las acusasiones en su contra por los disímiles cargos de los que se le acusa.
Es responsabilidad del Partido Republicano ganar esas elecciones del 2024. Incluso, aunque tacticamente pudiera parecer un buen plan que Donald Trump gane en el 2024 y siendo solo elegible para un solo período que luego DeSantis corra y gane en el 2028 para tratar de conseguir dos mandatos más, se corre el riesgo de no ganar en el 2024 y eso les daría a los demócratas 8 años en el poder. Ocho años que pudieran ser desvastadores para el futuro de la nación americana.
Enfrentar dos titanes como Donald Trump y DeSantis en unas camapañas primarias implica un gasto enorme de recursos, no solo económicos, sino de votantes que una vez no conformes con su candidato inicial pueden cuando menos abstenerse de voatr y dar lugar a una victoria demócrata que el país no se pude dar el lujo de ver suceder.
Ojalá y todas mis especulaciones no sean más que malos cálculos polítios y que los Republicanos puedan alzarse con la victoria en Noviembre del ’24.
¡Necesita América, a todas costas, volver a ser garnde!