Ningún otro país en la historia moderna ha hecho tanto esfuerzo por mantener a su pueblo sumido en la extrema pobreza como lo ha hecho el Partido Comunista de Cuba. Gobernar a través del pobrismo es su estrategia predilecta: una población que lucha diariamente por sobrevivir no tiene tiempo ni energías para cuestionar el poder.
Desde los discursos oficiales, los dirigentes castristas han dejado claro que en Cuba no habrá ricos, no porque la riqueza sea mala, sino porque esta otorga independencia y libertad. La pobreza, en cambio, genera una dependencia extrema del Estado, y esa dependencia es la clave del control absoluto que el régimen impone sobre el pueblo.
El modelo socialista cubano ha rechazado por completo las ventajas del capitalismo, evitando la creación de un país de propietarios que podrían organizarse libremente y elegir a sus gobernantes en elecciones transparentes. En su lugar, han diseñado un país de proletarios—o más bien, de desempleados forzados y trabajadores esclavizados con salarios miserables—donde la supervivencia depende de la voluntad del gobierno.
Los cubanos dentro de la isla deben comprender que la única vía para romper estas cadenas es deshacerse del actual gobierno y del Estado ilegítimo que los somete. Se necesita un nuevo sistema basado en los principios del Pacto Social Postmoderno, donde el ciudadano sea la máxima fuente de poder y el Estado sea lo más pequeño y eficiente posible, reduciendo su carga sobre el pueblo.
Esta transformación solo será posible mediante la no participación en la farsa pública y la convocatoria masiva a la protesta pacífica y democrática. El primer paso hacia la libertad es dejar de alimentar el sistema que los oprime.
💪 ¡Cuba necesita un cambio real!
🔹 #CubaLibre #ElCambioEsAhora #NoMasPobrismo #LibertadParaCuba #BastaDeDictadura